5. Perspectiva de género y feminismo Los movimientos feministas han evolucionado hasta engendrar hoy el llamado "feminismo de género". a) “Feminismo clásico”: reclama la igualdad de derechos con el hombre b) “Feminismo de la igualdad” o “equidad”: pretende eliminar toda forma de discriminación y hasta de distinción entre los sexos (’70). c) “Feminismo de la diferencia”: reivindica el derecho a ser diferentes en cuanto mujeres, exaltando los poderes del ser mujer, entendiendo hasta la maternidad como un derecho individual. Afirmación de una virtual autosuficiencia de la mujer (’80). d) “Feminismo de género”: es una ideología que pretende abarcarlo todo.
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15. La Convención Interamericana de Belem do Pará (1993) obliga a los Estados partes a 'adoptar, en forma progresiva, medidas específicas, inclusive programas para (...) modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, incluyendo el diseño de programas de educación formales y no formales apropiados a todo nivel del proceso educativo, para contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados para el hombre y la mujer que legitimizan o exacerban la violencia contra la mujer'. La perspectiva de género en los organismos y conferencias internacionales
16. Documento sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y el mundo. Congregación para la Doctrina de la Fe "Hay que hacer notar la importancia y el sentido de la diferencia de los sexos como realidad inscrita profundamente en el hombre y la mujer. La sexualidad caracteriza al hombre y a la mujer no sólo en el plano físico, sino también en el psicológico y espiritual con su impronta consiguiente en todas sus manifestaciones. Ésta no puede ser reducida a un puro e insignificante dato biológico, sino que es un elemento básico de la personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano (…)”. Conclusiones
17. “ La criatura humana, en su unidad de alma y cuerpo, está, desde el principio, cualificada por la relación con el otro. Esta relación se presenta siempre a la vez como buena y alterada. Es buena por su bondad originaria, declarada por Dios desde el primer momento de la creación; es también alterada por la desarmonía entre Dios y la humanidad, surgida con el pecado. Tal alteración no corresponde, sin embargo, ni al proyecto inicial de Dios sobre el hombre y la mujer, ni a la verdad sobre la relación de los sexos”. Conclusiones
18. “ De esto se deduce, por lo tanto, que esta relación, buena pero herida, necesita ser sanada. ¿Cuáles pueden ser las vías para esta curación? Considerar y analizar los problemas inherentes a la relación de los sexos sólo a partir de una situación marcada por el pecado llevaría necesariamente a recaer en los errores anteriormente mencionados. Hace falta romper, pues, esta lógica del pecado y buscar una salida, que permita eliminarla del corazón del hombre pecador". Conclusiones
19. "La promoción de las mujeres dentro de la sociedad tiene que ser comprendida y buscada como una humanización, realizada gracias a los valores redescubiertos por las mujeres. Toda perspectiva que pretenda proponerse como lucha de sexos sólo puede ser una ilusión y un peligro, destinados a acabar en situaciones de segregación y competición entre hombres y mujeres, y a promover un solipsismo, que se nutre de una concepción falsa de la libertad". Conclusiones Congregación para la Doctrina de la Fe; “Documento de la Iglesia sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y el mundo”.