Los rayos anódicos son rayos positivos compuestos por cationes atómicos o moleculares que se mueven hacia el electrodo negativo en un tubo de Crookes. Fueron observados por primera vez por el físico alemán Eugen Goldstein en 1886. Sus propiedades incluyen una carga positiva múltiplo de la del electrón y una masa y carga que varían según el gas en el tubo, generalmente igual a la masa atómica del elemento gaseoso.